viernes, 20 de junio de 2025

Orbital, de Samantha Harvey

 "Para mí los libros son proyectos emocionales. No busco análisis, respuestas, nada cerebral. Sólo busco un sentimiento expansivo, diferente a cualquier otro, que quizás se asemeje al enamoramiento."

 Sanantha Harvey era una desconocida par mí antes de ganar el Booker Prize de 2024 y sin embargo leo en la solapa del libro que es autora de varios libros y finalista de algunos importantes premios literarios. Gracias al Booker, del que soy fiel seguidora desde hace años, he encontrado una escritora elegante de mirada audaz.

Apenas se puede decir de Orbital que sea una novela, entendida ésta según los estándares clásicos del género. Más bien estamos ante un ejercicio libre de imaginación, una oda a la belleza de la tierra que tiene como protagonistas a un grupo de astronautas que la observan con una mezcla de admiración, sobrecogimiento y amor. Estos sentimientos se expresan a través de una amplia gama de adjetivos, asociaciones poéticas, imágenes y metáforas, sinestesias, antítesis, oxímoron... y otra figuras literarias que impactan en la retina del lector haciéndole participar de la experiencia increíble que esos astronautas están viviendo.

Harvey reúne en la estación espacial a seis astronautas, Román y Antón de Rusia, Chie de Japón, Nell del Reino Unido, Pietro de Italia, y Shaun de los Estados Unidos. Cada uno de ellos tiene su pequeña historia, que conocemos gradualmente al tiempo que llevan a cabo sus experimentos. Estas cuestiones junto con la amenaza de un tifón que avanza inexorable sobre las Filipinas son los auténticos propulsores de la narración. Propulsores que son frágiles sí, porque la mayor parte del tiempo la ocupa la descripción y asociaciones sensoriales que procuran las increíbles imágenes que se cuelan a través de los cristales de la estación espacial.

Las dieciséis órbitas que los astronautas cuben cada día dan lugar a los dieciséis capítulos del libro. Samantha Harvey en un tempo lento, como el que viven sus astronautas,  va desgranando en cada una de ellas la belleza de lo que ven, sus preocupaciones ecológicas, sus esperanzas y temores al tiempo que revisa la alianza entre los hombres y la tierra. ¿Qué somos sin ella?, ¿Qué es ella para nosotros? viene a preguntarse. La respuesta parece hallarla al descubrirla como un ente maternal bajo cuyo cobijo la humanidad se encuentra protegida. Hay una defensa de la Tierra teñida de melancolía por lo que perdimos y perderemos, una mirada nostálgica hacia un mundo mejor.

La novela ha cosechado numerosas alabanzas aunque también cuenta con sus detractores. Os animo a leerla y a que expreséis vuestra propia opinión de forma libre y contundente.