La siete muertes de Evelyn Hardcastle (Reino Unido, 2018) de Stuart Turton es una de las mejores y más originales novelas de detectives que me he encontrado nunca. Un poco de fantasía, un poco de Gosford Park y un mucho de Agatha Christie para crear una historia de apabullante construcción.
Evelyn va a ser asesinada cada noche
durante una fiesta, un día tras otro a no ser que Aiden, el personaje narrador,
averigüe quién es el asesino. El inconveniente, y no pequeño por cierto, es que
tiene un máximo de ocho días para conseguirlo y ello porque Aiden se irá
reencarnando en la figura de otros ocho personajes día tras día (ocho invitados
a la mansión), tampoco de manera lineal, ya que puedes ser trasladado de
personaje cada vez que éste pierda la consciencia, ya porque se duerma ya por
un golpe o cualquier otra acción ajena a su voluntad.
Cada uno de estos huéspedes va a
conseguir mayor o menor información dependiendo de su grado de inteligencia
astucia, su juventud o su arrojo, lo que hará que Aiden se mueva hacia adelante
o se quede estancado en la investigación
flotando en un mar de contradicciones, verdades aparentes, falsos movimientos
experimentando esos bucles temporales que amenazan con volverlo loco.
La escritura es rápida y vivaz, y
aún así el estilo es muy adornado, generoso en la adjetivación, siempre buscando
conllevar todo tipo de sensaciones, ya sean auditivas, visuales, táctiles.., también
lírico a veces y otras incluso humorístico. Es fácil así entrar en la atmósfera
brumosa, húmeda, oscura y decadente que rodea a la gran mansión victoriana y a
sus habitantes.
Si por un momento habéis considerado
que un argumento tan complejo, técnicamente tan elaborado, podría suponer una
desventaja, erráis en lo más profundo. Está tan bien hecho, el suspense tan bien
manejado, que los capítulos volarán en vuestros dedos y llegaréis al final de las más de quinientas páginas
deseando que no se acaben nunca.
Netflix ha intentado llevarla a la
pantalla pero este año se ha anunciado que desiste. Es una pena, me hubiera
encantado verla en imágenes: es uno de esos libros que está pidiendo a gritos
su guionización.