" ... para la astracanada de la vejez el único telón es la muerte, esa cosa seria, singular y distinguida, según dicen, y sin duda alguna irrepetible."
La nueva novela de Rafael Reig es
bien diferente a lo que nos tiene acostumbrados. El relato festivo ha dado paso
a uno de mayor consistencia, de mayor profundidad, entre otras cosas porque versa
sobre el tema de la vejez y la muerte.
Sin embargo, como si la risa fuera
algo inherente a su escritura, ésta no puede dejar de aparecer también en este
relato ya desde su planteamiento. El protagonista es un anciano viudo al que un
ictus ha dejado algunas secuelas de movilidad que le impiden desenvolverse con
autonomía, así que se va a vivir a la residencia Los Carrascales justo cuando estalla
una pandemia mundial (una parodia del Covid-19) en la que la enfermedad es
transmitida por gorriones a través del oído. La coexistencia en Los Carrascales
da a lugar a situaciones divertidísimas que alternan, ocupando mayor extensión
a medida que el relato transcurre, con otras más densas en las que el escritor
reflexiona sobre su vida pasada, la vejez y la muerte. Es un hombre ilustrado
que lee a Santa Teresa y a Salustio al tiempo que bebe ginebra sin parar. Es un
hombre que ha vivido intensamente y que ya, a las puertas de la muerte,
reivindica su vida, la vida ante todo.
Como ya he dicho, el humor corrosivo
al que Reig nos tiene acostumbrados, también tiene cabida aquí. Recuerdo ahora
la descacharrante escena en el Asador Teodoro, que no tiene desperdicio, también
las frases sentenciosas, no exentas de retranca, en las que aconseja a su hijo
hacerse con un abogado ante su inminente divorcio o simplemente la astracanada
en su forma más pura.
El humor limpio y grotesco que riega
la novela (como cuando describiendo las consecuencias de la pandemia cuenta que
Guardias Civiles tiran con escopeta de balines a los gorriones o que hay
caballeros que llevan atado a la cintura un extintor por si alguien entra en
combustión...) junto a una prosa magnética, precisa y vivaz, siempre accesible
y fluida, son razones más que suficientes para leer este entretenido libro el
próximo fin de semana, por ejemplo.