viernes, 19 de mayo de 2023

Elizabeth Finch, de Julian Barnes


 "La miramos con asombro, unos pocos sorprendidos, otros medio enamorados"

            Elizabeth Finch es la última novela del autor de las magníficas The Sense of an Ending o Arthur and George, dos razones más que suficientes para ir en volandas a una librería y comprártela aprovechando que ha sido publicada en español recientemente.

            Todo gira en torno a Elizabeth Finch, una profesora que imparte una clase para adultos sobre Cultura y civilización y Neil, uno de sus alumnos, que se convertirá en el narrador de la historia de esta fascinante mujer. La mayoría de nosotros hemos tenido de pequeños un profesor o profesora que nos  impactó, pero una vez pasados los años su imagen y enseñanzas se desvanecen en la niebla de la memoria. No es este el caso de Neil, que, después de la muerte de la Señorita Finch, sigue fascinado por su figura y enseñanzas hasta llegar a convertirse en el organizador de sus notas académicas,  y más tarde  y sin previo aviso en involuntario biógrafo de su admirada profesora.

             El libro comienza con las clases de la Sta Finch, unas enseñanzas que dejaron profunda huella en Neil; bajo su tutela, como él mismo reconoce, empezó a pensar por sí mismo. Después de su muerte, Neil investiga sutilmente los misterios que construyeron su vida: sus relaciones personales y familiares, su trayectoria académica.... y así descubre a su hermano y a través de él a su familia. También, y de forma más interesante,  llega a saber del ostracismo al que se vio sometida por los medios de comunicación y otros críticos más acérrimos después de dar una conferencia sobre los defectos del monoteísmo. Y aquí es donde surge la figura poderosa de Juliano el Apóstata, el último emperador romano enfrentado a los cristianos, al que convierte en el centro del ensayo  que la profesora no llegó a escribir.

            Dejo para los lectores de la novela, que sin duda serán numerosos, el juicio sobre el final del libro. La ambigüedad con la que termina (quizás no se puede confiar en la memoria de Neil) arroja una sombra de sospecha sobre la narración que nada aporta a lo ya contado.