domingo, 28 de noviembre de 2021

Invierno, de Ali Smith


 "No un idiota. Un idiolecto. Eso es lo que es, una lengua que nadie más en el mundo habla. Es el último hablante vivo de sí mismo."

            Este es el segundo libro del cuarteto estacional de Ali Smith. No es menos interesante que el anterior, con el cual mantiene algunos rasgos en común como es el compromiso de contar cuando los hechos son aún recientes (Boris Johnson, el referendum de la UE, el drama de los refugiados...), alguna situación cómica que tiene que ver con la relación de los personajes con las instituciones (el servicio postal en Otoño (deseodeserisla.blogspot), el sistema bancario en Invierno) o la admiración de la autora por los clásicos: Shakespeare (La tempestad en el primer libro, Cymbeline en el segundo) o Dickens, Un cuento de Navidad, en el libro que nos ocupa.         

          El argumento se desarrolla en medio de las Navidades que pasan juntos en su casa de Cornualles Sofía, su hijo Arthur, su hermana Irene y la novia de éste, Lux. Sofía es una suerte de Mr Scrooge con su fantasma y todo (una cabeza que la sigue a todas partes), que vive aislada tras su jubilación en esa enorme casa. Cuando Arthur va a pasar la Navidad con ella, lleva a Lux (una emigrante croata que ha encontrado en una parada de autobús y a la cual paga para que sustituya a la novia que le ha dejado plantado recientemente). Arthur encuentra a su madre en un estado lamentable y llama a sus tía Iris para que le ayude.

          Los nombres aquí son esclarecedores. Si Sofía no ha demostrado sabiduría en su vida al anteponer sus negocios a la familia, Iris es la hermana salvaje (Wild Iris es un tipo de flor), activista social, luchadora incansable: en contra de la energía nuclear en su juventud, a favor de los refugiados ahora (acaba de llegar de Grecia), aunque ella misma  reconoce finalmente el poco éxito que a la larga  su lucha ha tenido.

          El bueno de Arthur en Cornualles ya no es tampoco el caballero de la leyenda sino un joven que tiene un blog, Art in nature, donde delata a aquellos artistas que infringen el copyright. A esa familia Lux viene a aportar precisamente "luz", conocimiento también y una perspectiva amable y tierna que permite que la enconada familia lime sus asperezas.

          Ali Smith comienza el libro anunciando la muerte de todo. La muerte es el invierno de la vida, pero llegando al final del libro el invierno se parece más al principio de algo, una apuesta optimista; en sí mismo están las raíces del renacimiento vital que se producirá en la primavera. Os invito a leer Invierno, un libro que se desliza entre las manos, que se te escapa como el agua entre los dedos, al final sentirás el pesar de haberlo terminado.

sábado, 6 de noviembre de 2021

Shuggie Bain, de Douglas Stuart


 "Lo único que puedes salvar es a ti mismo"

            Shuggie Bain, Booker Prize de 2020, es la historia de Shuggie y su desesperada lucha por salvar a su madre del alcoholismo. Shuggie es un niño cuando empieza la novela pero no por ello deja de sufrir las consecuencias de tener una madre  alcohólica a la que adora. A medida que transcurre la novela entendemos por qué. Agnes es una hermosa mujer, que consigue mantenerse digna en su pobreza, incluso dentro de la pesadilla a la que la somete su poderosa adicción al alcohol. Es admirable también en la lucha que ella misma sostiene a lo largo de su vida adulta, por eso sufrimos con ella las desgracias que le ocurren, sentimos esperanza en los intervalos en los que consigue escapar de la bebida, odiamos a los hombres de los que se enamora y que la manipulan para sus intereses, hombres egoístas y machistas que sólo aspiran a tener su belleza.

            El entorno en el que sobrevive  Shuggie, su madre y sus dos hermanos es el del Glasgow más pobre y desolado, el Glasgow de la reconversión energética de la señora Thatcher. Al principio del libro la familia vive con los abuelos maternos en las torres de pisos de uno de los barrios obreros más deprimidos de la ciudad. y ya desde el comienzo sabemos del modo de vida de sus gentes, de su pobreza, de los cupones de ayuda del gobierno con los que sobreviven los cientos de hombre jóvenes y parados del barrio, de la tristeza y la desesperanza que se ha apropiado de sus habitantes, de cómo sumergen en alcohol el dolor cotidiano de vivir, y de cómo éste les fuerza a las acciones más miserables. Cuando el nuevo marido de Agnes, el taxista Shug por el que ha abandonado al padre de sus dos hijos mayores, traslada a la familia a un poblado  minero donde han cerrado todas las minas, sabemos que las cosas no pueden ir sino a peor. La dependencia de Agnes se vuelve ya total y el sufrimiento de la familia alcanza cotas de espanto.

            En medio de tanta miseria, sólo el relato entrañable que Douglas Stuart hace de este niño y su madre salva a la novela de caer en un realismo extremo difícil de digerir. La inocencia del niño homosexual, la debilidad de su hermosa madre, la desorientación de los seres que pululan por el relato, son retratados con ternura, no hay crueldad ni sarcasmo, solo suciedad  y tristeza.

            Es un libro muy bien escrito y estructurado, no puedes dejar de leerlo, eso explica que lo haya terminado, porque hay veces que sientes que no puedes más, la desesperanza te atrapa y ves imposible que tanto el niño como la madre puedan liberarse de la pobreza y la miseria física y moral que los rodea. Es un libro que,  en contra de lo que a simple vista pudiera deducirse de esta reseña, recomiendo por estar bien escrito y por su tremenda humanidad.

jueves, 23 de septiembre de 2021

Otoño (Autumn), de Ali Smith

"¿La vida? era lo que intentabas atrapar, la intensa felicidad de un objeto ligeramente apartado de ti"

            Acabo de leer un libro extraordinario. No soy sólo yo, habríais de leer otras opiniones: "Glorioso" dice el Scotsman,  de "Brillante" lo califica el Financial Times, para Guardian es "La novela del año"... (2016) y así es en verdad. Es un libro que tenéis que leer. Es el primero del cuarteto estacional, un conjunto de cuatro libros, titulados con el nombre de las cuatro estaciones, interconectados pero independientes entre sí y que son una especie de "estado de la nación".

            Lo que se cuenta en Otoño viene precedido de cinco extractos, tres son versos de tres reconocidos poetas, uno es de un diseñador de moda... poesía, creatividad, la vida, los sentimientos y el paso del tiempo. Estos detalles ya nos dan un indicio de los temas en torno a los que va a girar el libro. El quinto extracto es de un periódico y reproduce información alarmante sobre el cambio climático. Si además hubiera incorporado uno más a cerca del "Brexit", habríamos tenido aquí el núcleo de las reflexiones e itinerarios por los que deriva Autumn.

            Comienza el libro con un sueño, el de un hombre viejo que se ve al borde de la muerte. Él es Mr Gluck. El siguiente capítulo lo protagoniza Elizabeth. la otra protagonista física de la novela, que se ve envuelta en un divertido diálogo con un burócrata del servicio de pasaportes. Su franqueza, su cinismo esclarecedor es el gancho de este personaje, al que seguimos con pasión en sus conversaciones con Mr Gluck, un hombre mucho mayor que ella, que se convierte en su amigo desde que en su infancia se ofrece como cuidador de la pequeña.

            Mr Gluck es un personaje también excepcional del que vamos sabiendo cosas de forma gradual pero sin seguridad, quizás fue escritor de canciones, quizás él mismo tuvo éxito y fama, quizás conoció a una famosa artista, Paulina Botty.... Lo que sí sabemos con toda seguridad es que ama el arte; describe a la niña con sumo detalle los cuadros de la artista sembrando así una semilla que fructificará cuando ésta se convierta de adulta en profesora de Arte de la Universidad de Londres.

            Esta relación y la que tiene Elizabeth con su madre da pie a disquisiciones sobre el arte, la vida, la amistad, los sentimientos, el paso del tiempo... De vez en cuando la realidad aflora con nombre de Brexit; no escapa la autora a la tentación de reflejar la realidad social que se está viviendo en su país tras el triunfo del sonado referendum de 2016 y lo hace de forma breve pero iluminadora. Se postula de forma indirecta en un capítulo en el que lo denuncia de una forma tal que el tratamiento literario que le da apenas deja entrever la crónica.

            Y éste es el último apartado en el que me voy a extender, la prosa. Tiene Ali Smith una hermosa forma de narrar, directa y a la vez poética, con gran atención a lo sensorial: los sonidos y sobre todo los colores nos inundan mientras leemos. Estamos ante una gran escritora, la mejor escritora escocesa sin duda, y este libro acabó siendo finalista del Man Booker Prize, en 2017 (el año que ganó George Saunders con Lincoln en el bardo deseodeserisla.blogspot.com, difícil tuvo que ser la decisión para el jurado)no sólo por el contenido sino por su deslumbrante forma. Ali Smith construyó su libro aportando elementos de otros campos artísticos, ya he mencionado a la pintora Paulina Botty (hay otros artistas), también del periodismo (el affair Profumo, a cuya protagonista Botty pinta en uno de sus cuadros) incorporando un fragmento del juicio de este mediático  caso (Profumo fue el ministro de Guerra británico en 1963 y el escándalo surgió cuando se supo que tenía relaciones con una corista, Christine Keeler, que a la vez era amante de un espía soviético). A esta fragmentación también colabora las disquisiciones y reflexiones que impregnan las páginas o el desorden temporal de los acontecimientos, o el relato de los sueños, o la historia de la madre de Elizabeth y su nueva amiga. Todo esto le permite crear un libro que en realidad es un apasionante collage de la realidad. No se sustrae a ella Ali Smith tampoco en lo formal, aunque estas características la unan más a la generación de los grandes renovadores de la novela moderna como Virginia Woolf o Faulkner que a la generación actual tan propensa a la autoficción.

La propia autora ha reconocido en una entrevista que le gusta hacer "trabajar al lector" hacerlo parte de su obra, y vaya si lo consigue. No podemos despegarnos ni por un minuto de su libro.

 

 

sábado, 18 de septiembre de 2021

HAMNET, de Maggie O´Farrell


 "He is dead and gone, lady,

He is dead and gone

At his head a grass-green turf,

At his heels a stone."

           Hamlet, Act IV, scene v

           

Muchísimos lectores saben ya que Hamnet es la narración ficcionalizada de un acontecimiento luctuoso en la vida de William Shakespeare, la muerte temprana de su hijo por alguna razón que hoy desconocemos. Hamnet es el nombre de ese hijo muerto antes de tiempo, un nombre que el bardo no permitió olvidar cuando escribió cuatro años más tarde su tragedia más conocida y renombró a su protagonista Hamlet. Sin embargo, él no es el protagonista de la novela, ni siquiera lo es el propio Shakespeare, sino su mujer, a la que aquí se llama Agnes.

            Agnes es como digo la auténtica protagonista de la novela. Maggie O´Farrell la dibuja en su mente como un ser atípico, dotada de una relación especial con la naturaleza que la convierte en sanadora por sus conocimientos de los remedios herbales y aún más, en alguien capaz de ver el interior de los seres humanos y de entrever su futuro. Esta mujer tan especial es la que elige el escritor cuando la ve salir del bosque vestida de una manera casi masculina y con un cernícalo amaestrado sobre la mano. Un ser tan diferente hace presagiar una historia diferente, escrita en una prosa que recuerda en ocasiones a la del siglo  XVII pero envuelta en un halo my cercano al de la ensoñación. Con él la autora consigue que el límite entre lo imaginado y lo real se vea borroso, que desaparezca por momentos. También influye el hecho de que no se mencione en ningún momento al gran escritor sino con términos ambiguos como padre, esposo o tutor de latín. Apenas se menciona Stratford, el lugar donde nació y vivió hasta que se fue a Londres, en su lugar se mencionan calles y lugares con los que nos familiarizamos  rápidamente, tan detallados en su descripción como lo pueda ser un personaje. La escritora se esfuerza y consigue emocionarnos con el relato de emociones y sentimientos muy profundos, aquellos que hacen que los seres humanos compartan una misma esencia, emociones que el gran escritor inglés supo condensar en su literatura: el amor, la fidelidad, la intriga, el desaliento, la traición, la culpa, la felicidad y el dolor....  La muerte y el proceso posterior que lleva al enterramiento del adolescente llega a emocionar realmente. Está contado centrándose en el dolor de la madre; su sufrimiento por la pérdida del hijo querido no nos deja indiferentes, sino que lloramos con ella, empatizamos con su dolor. Esto es lo que hacen los grandes escritores, que vivamos a sus personajes, y en esta novela pasamos de unos a otros siguiendo el relato, sintiéndonos cercanos, como habitantes  pasajeros del propio Stratford que conocieran a la familia de una forma cercana, como uno más de sus allegados.

            Es un libro de gran altura, justamente alabado por la crítica y los lectores, un libro que os recomiendo fervientemente.  Si ya conocíais a Maggie O´Farrell (Instrucciones para una ola de calor fue muy leído, casi tanto como La extraña desaparición de Esme Lennox), seguid leyendo, si no, animaos con este. Es una excelente forma de empezar.

sábado, 8 de mayo de 2021

Las voladoras, de Mónica Ojeda


 "Bárbara quería cortarle la lengua a su hermana gemela con un estilete"

            ¿Gótico  andino?

            Nunca había oído hablar de ello, y sin embargo esta es la etiqueta con la que se cataloga muy a menudo este libro de la joven escritora ecuatoriana Mónica Ojeda.

            Si me induces a pensarlo, sí, se puede encontrar en estos relatos ecos de las pesadillas lovecraftianas, especialmente en lo que se refiere al monstruo que habita en ti. Sin embargo la atmósfera es muy diferente: el rojo y no el negro es el color dominante. La sangre aquí está teñida de ritual, sí, pero también de asociaciones míticas y folklóricas.... El delirio queda reducido al ámbito familiar (todas las historias suceden dentro de la familia, incluso en Soroche, donde las cuatro amigas son casi como hermanas), el territorio donde todo puede suceder: la relación incestuosa, el amor macabro, el deseo reprimido, las perversiones inconfesables, el asesinato, la violación. Y ello contado unas veces con un lirismo estremecedor (El mundo de arriba y el mundo de abajo), bajo un prisma poético (Terremoto), casi siempre con una enorme carga simbólica, como en el relato que da título al libro.

            La habilidad narrativa de la escritora merece mención aparte. Además del uso del mito y de la leyenda nacional,  los recursos literarios son variados y muy abundantes, la metáfora, el símil, la sinécdoque, la metonimia, la anáfora, la prosopopeya, el oxímoron... son utilizados con valentía y coraje, evocando imágenes inolvidables en todos los sentidos (es autora además de dos poemarios, lo que resulta esclarecedor).

            Por otro lado, la geografía andina juega un papel muy importante en estos relatos. En el ya mencionado El mundo de arriba y el mundo de abajo el paisaje lo es todo. Es el escenario en el que se mueven los personajes, a los que moldea y sirve de explicación, y en la figura del volcán uno de ellos proyecta su mayor anhelo, la montaña mágica se convierte en la salvación para aquel que lo ha perdido todo.

             No menos importancia tienen los mitos y creencias de las gentes que habitan este hermoso y duro territorio: las Ulmas en Cabeza Voladora o las Voladoras son seres estremecedores, y animales como el caballo ("Un caballo nunca pisa a los muertos") o el cóndor (existe la creencia de que saben cuándo van a morir, entonces se lanzan en picado contra las rocas) se  convierten en figuras poderosas, casi sobrenaturales, más allá de lo real.

            Entonces, y para resumir, tenemos que geografía, costumbres y mitos andinos se entremezclan y dan cabida a ocho relatos cuanto menos desasosegantes, que en mayor o menor medida van a evocar en el lector emociones que van desde el asombro o la cautela hasta el mismísimo rechazo, tal es la osadía de la propuesta en alguna ocasiones. No se sientan, sin embargo, amenazados por ello, con Mónica Ojeda se adentrarán en un espacio que indaga en el ser humano en un viaje a caballo entre la pesadilla y la iluminación.

viernes, 23 de abril de 2021

Klara y el sol, de Kazuo Ishiguro


 "- A veces debe estar bien no tener sentimientos. Te envidio.

- Creo que tengo muchos sentimientos. Cuanto más observo, más sentimientos acumulo"

            "Una nunca sabe cómo saludar a una invitada como tú. Después de todo, ¿eres una invitada? ¿O te trato como a una aspiradora? Esto es lo que le dice a Klara uno de los personajes del libro cuando la conoce: la inseguridad en el trato nace de las dudas acerca de un ser artificial sumamente perfeccionado.

            Klara es una AA (Amiga Artificial) alimentada con energía solar, una de esas AA que compran los padres a sus hijos mejorados para contrarrestar su soledad. Klara es una AA muy especial dentro de las de su clase, capta y entiende las emociones humanas con facilidad, vemos cómo acierta, gracias a una inteligencia también excepcional, a comprender las emociones de los humanos con los que va a convivir y las relaciones que establecen entre ellos. De una forma inteligente a la vez que naif va desgranando poco a poco el tumultuoso mundo de la casa donde ha sido llevada: la relación hiperprotectora y culpable de la madre hacia Josie, la hija de 14 años a la que Klara ha de acompañar, la ausencia del padre, la fiel dedicación de la sirvienta, la estrecha relación de la niña con Rick, un niño no mejorado....

            Desde el principio intuimos que la enfermedad de Josie tiene que ver con su "mejoramiento" pero nunca llegamos a saber el mal que le aqueja. No importa. No es necesario. Lo principal son los temas que subyacen bajo la trama: los autómatas inteligentes que parecen van a poblar nuestro futuro, nuestra relación con ellos, su relación con nosotros. En este punto Klara parece estar más cerca de David, el autómata de AI de Spielberg, porque es un ser inocente que cree en un poder sobrenatural (el sol para Klara, el Hada Azul para David) al que pueden dirigirse y rogar buscando una solución (no diré cuál). Además de los protagonistas de la narrativa, Klara y David son amistosos, nunca se rebelan, están al servicio de los humanos y se sienten felices de estarlo:  no tienen necesidades, su plenitud reside en el servicio que puedan prestar a un ser humano.

            Todos o casi todos hemos leído Nunca me abandones, el libro que Ishiguro publicó en 2005 y que también está situado en un mundo futuro. Con Kathy, la protagonista, también comparte Klara algunos puntos en común. Si en aquella novela se creaban androides con el fin de servir de reservorio para futuros implantes de órganos a humanos, los AA en Klara y el sol son creados para contrarrestar la soledad de esos adolescentes crecidos sin relacionarse con otros, que estudian con profesores particulares a través de sus rectángulos y que asisten a fiestas preparadas por sus padres con el único fin de que aprendan a interactuar antes de ir a la Universidad. La docilidad, la amabilidad, la lealtad o la fe son algunos de los rasgos comunes entre Klara y Kathy, sin embargo Kathy muestra una suerte de melancolía que la hace vulnerable y que por tanto invita al lector a empatizar con ella, un sentimiento del que no dispone Klara y que impide por tanto que la estimemos tanto como al otro androide. O quizás no sea tanto así ya que su  traumático final nos entristece hasta lo más profundo.

            La sencillez del título, Klara y el sol, tiene reminiscencias de otros títulos de libros, libros escritos para niños en los que los autores cuentan bajo una apariencia inocente (el sol, el agua, los animales....) realidades difíciles de digerir para ellos. Klara, a pesar de ser muy inteligente, desconoce los motivos que mueven el alma humana: el amor, la ira, la tristeza, la soledad.... tampoco la muerte. Así la conocemos al principio del libro, cuando, desde el escaparate de  la tienda donde se expone, observa a los humanos y  aprende observándolos. Klara cambia cuando experimenta el mundo: aprende sobre estos sentimientos pero sigue manteniendo la actitud de un niño: la lealtad y la fe en sus mayores. Es ella la narradora y ello, contar con un narrador externo, permite al autor y a nosotros mismos encararnos con nuestras debilidades y nuestras pequeñas grandezas.

            En definitiva, siendo Klara y el sol un magnífico libro que toca temas interesantísimos, creo sinceramente que la belleza de Nunca me abandones sigue siendo imbatible.

domingo, 28 de marzo de 2021

Lincoln en el Bardo, de George Saunders

 "Y no quedaba  nada por hacer sino irme. Aunque las cosas del mundo seguían siendo fuertes dentro de mí."

            La primera novela (Premio Booker 2017) de este magnífico escritor de relatos es a su vez una magnífica historia que hunde sus raíces en un acontecimiento verídico, la muerte del hijo de Abraham Lincoln, el presidente de Estados Unidos durante la Guerra de Secesión. A pesar de que su hijo yace en la cama preso de la fiebre, Lincoln y su esposa dan una fiesta en su casa. Saunders incorpora acotaciones de observadores contemporáneos sobre la magnificencia de la fiesta y la posterior tragedia que asola a la familia. Willie muere y es enterrado en la cripta del cementerio de Oak Hill, y aquí es donde Saunders hace arrancar su historia, de las al menos dos ocasiones en que el presidente visita la cripta por la noche, donde se sienta y lamenta la muerte de su hijo. El relato del sufrimiento del presidente exacerbado por su sentimiento de culpa, es una de las partes más logradas de la historia porque Saunders aúna el dolor por la muerte del hijo con la responsabilidad que siente por los muertos de la Guerra Civil.

            Según se explica en la contraportada del libro, el Bardo es según la tradición tibetana un estado transicional entre la vida y la muerte donde los fantasmas de diferentes procedencias y edades se mezclan. Desde el comienzo Bevins (que se suicidó por el abandono de su amado), Hans Vollman (que muere cuando está a punto de consumar su matrimonio con una mujer mucho más joven que él) y el reverendo Everly Thomas se convierten en los personajes que guían el relato (no hay narrador), actuando el resto individualmente o como el coro de la Tragedia griega, que amplifica y dota de complejidad a la historia con el relato de sus propias tragedias. Encontramos a Vermonter, un pederasta que se justifica "por su predisposición"; también se justifica la Voz Británica, que masacró un regimiento y la Voz de Bajo, que junto con su esposa mató a su bebé. La voz de los Inocentes es la de  Litzie, una bella esclava negra violada y violentada durante toda su existencia, y otros muchos personajes de  toda índole. Los negros, enterrados en la parte más humilde del cementerio, pueden atravesar La Verja, cosa que es imposible para los blancos enterrados en la parte más noble. El símbolo de  La Verja de Hierro (las limitaciones que nos imponemos) es uno más dentro del libro. El más original es sin lugar a dudas el Matterlightblooming, una suerte de estallido que acompaña a un alma al salir de el Bardo cuando decide irse. Otro símbolo  recurrente es el de la sick-box (la capacidad para autoengañarse). Desde el principio  Bevins  y Vollman hablan de hallarse en una sick-box, en realidad un féretro pero ellos prefieren creer que están enfermos. Son precisamente ellos los que toman a Willie bajo su protección, los que cuentan el sufrimiento de la familia, el dolor del padre y la esperanza del hijo de que vuelvan a por él... Cuando comprenden que la única salvación para él es hacer que se vaya, comprenden al mismo tiempo cuál es el camino de su propia salvación.

            Hay mucho humor en el libro. Saunders fue y es aquí el rey de la parodia, unas veces mezclada con el pastiche del lirismo poético, otras con el humor redondo más popular (es cómico el lugarteniente Stone en su afán de represalia). En otro plano están las numerosas acotaciones, unas verdaderas y otras inventadas, que cuentan la historia desde otras perspectivas. Esta amplificación de las voces narrativas, la ausencia de un narrador, los referentes culturales de todo tipo (la historia, la religión, la literatura, la filosofía o la psicología....) convierten a esta novela en una novela de las llamadas experimentales, en un momento en que la narrativa americana se desgrana en multitud de caminos exploratorios tras el dominio de Raymond Carver o Tobías Wolff.

            Es precisamente este personalísima y compleja experimentación literaria lo que ha echado para atrás a muchos lectores y ha desanimado a otros para llegar al final. Pero no dudéis en leer esta novela si verdaderamente os interesa la Literatura. Es una novela fascinante, de un esfuerzo sobrecogedor, un auténtico alarde técnico y expresivo. No dejéis de intentarlo, merece la pena. Ah! Un último consejo, si podéis leedla en inglés, se disfruta más.

 

sábado, 20 de marzo de 2021

Ordesa, de Manuel Vilas


 "Mi padre quedaba muy bien dentro del ascensor. Dentro de aquellos ascensores antiguos, de madera, con cristales."

            Ordesa, otro libro esperando por mí en la estantería, esperando con esa paciencia infinita que parecen tener algunos de ellos  a que los recordemos, los tomemos en nuestras manos, los abramos y comencemos a leer. Han tenido que pasar tres años para que lo hiciera y llegado el momento he de reconocer que no me dio ninguna pereza. Es más, lo abrí con entusiasmo, como abriendo un regalo prometido pero largamente postergado.

            Poco sabía de Manuel Vilas cuando mi hermano me lo regaló, que Babelia lo había reconocido como el mejor libro de 2018 y que había gustado a todos y cada uno de sus lectores con los que había coincidido. No había leído nada de él, y bien que lo lamento. Me he encontrado con un escritor y una escritura originales, un libro de memorias que apenas puede llamarse así. Bien es verdad que cuenta pormenores de su vida: su familia, Barbastro, la España de los 60 y los 70, él mismo deviene personaje en su relato.... Pero por encima de sus recuerdos anidan sus reflexiones actuales, sus sensaciones, la melancolía de un pasado teñido por la nostalgia en muchas ocasiones. En otras lo encontramos examinado a través de una lente amarilla  (el amarillo, símbolo del acabamiento, de la muerte, como ya lo utilizara el escritor leonés Julio Llamazares en La lluvia amarilla) o azul (la vida, la esperanza). Otras veces es el rojo (la rabia, la ira, la culpa) y otras el morado (el dolor, la pasión, la pérdida, el abandono, el desamparo...). Hay toda una gama de estados de ánimo desde los cuales el autor revisa su vida, desde la felicidad del mundo infantil al acabamiento del presente.

            Vilas sobrevuela desde los altos parajes del Valle de Ordesa una existencia común, tan común como la del resto de los mortales que han vivido, amado a sus padres, que los han enterrado, que se han casado y tenido hijos y que luego se han divorciado. Pero es suya, propia y original la forma de contarlo. La ironía muchas veces ( tantas otras la parodia) es el artificio literario que utiliza. Canta como en un himno la felicidad, la hermosura y la verdad de la cotidianeidad, de los seres y de las cosas. Como en una letanía va derramando paradojas insalvables y  extraordinarias, hermosas metáforas e hipérboles corrosivas. Sí, es así porque detrás de la sonrisa que arranca se oculta una verdad demoledora que arrambla con todo lo que ha contado, y lo hace con una sensibilidad herida que nos recuerda que Vilas es un narrador que comenzó escribiendo poesía.

            Es un libro magnífico  que tenéis que leer, aunque ya no sea novedad (eso es lo menos importante) porque  esconde un pequeño tesoro que vence la tiranía de las modas y el temible paso del tiempo.

lunes, 1 de marzo de 2021

La vida mentirosa de los adultos, de Elena Ferrante


 "Estaba convencido de que yo había regresado para ese tipo de traición y no para traiciones mucho más crueles."

            Aquí estamos, nos hayamos de nuevo en el mundo de Elena Ferrante. Otra vez en el Nápoles del cuarteto de Las amigas (Lenú y Lila) el Nápoles de abajo y el de arriba, el de las clases sociales bajas y el de las medias y altas, ambos enfrentados otra vez a través de sus personajes: los que han conseguido salir de allí gracias a los estudios y han alcanzado el confort y la salvación de la clase media, y los que permanecen sumidos en aquella pobreza sin futuro, esperando el momento de poder salir de allí (por no tener, -le explica su padre a Giovanna- mi familia no tenía ni lágrimas para llorar")

            Hay paralelismos entre los personajes del cuarteto y los de La vida mentirosa de los adultos. La personalidad fuerte y desgarrada de Vittoria, que quiere retener al que quiere escapar del lugar donde nació, recuerda a la Lila de la última etapa  de su vida; dos mujeres marcadas por la tragedia pero víctimas también de esas personalidades inteligentes y furiosas, terriblemente lúcidas, que les obliga a ver la realidad sin ningún filtro aunque se permitan de vez en cuando engañarse  a sí mismas para seguir viviendo. Tenemos también aquí al inteligente y carismático chaval de barrio, Roberto, que deviene profesor universitario logrando así el reconocimiento de hombres y mujeres, sobre todo de mujeres que caen rendidas bajo su atracción personal. Encontramos también a la chica insegura, incapaz de sentirse a la altura de su idolatrado novio, luchando angustiada por conseguir su aceptación...

            Y dicho esto vayamos con las novedades. Estamos ante  un relato digno de la imaginación de la autora, un relato de acontecimientos que te zarandea, te lleva de un lado a otro, en ese Nápoles querido y odiado al mismo tiempo, una sucesión continua de hechos emociones y reflexiones que no te dan respiro. Es imposible dejar de leer, no hay momento donde dejar la lectura. Leerías el libro de un tirón, queriendo saber, queriendo entender a estos personajes que viven sus vidas en  continua transgresión. Qué buena es describiendo los cambios físicos de la adolescencia, la traición a las amigas por el otro sexo, la vuelta a su círculo protector cuando las cosas no salen tan bien como pensaban. Con qué acierto describe sus sentimientos, el no entenderse a una misma antes aún que a los demás, sentimientos que rodea de sofisticadas elucubraciones que utiliza y rechaza una y otra vez, la aflicción de no poder verse a sí misma sino a través de los ojos de los demás: ¿Quién soy? se pregunta en repetidas ocasiones.

            Os cuento la historia por encima, no quiero dilapidar esta experiencia fascinante. La protagonista es Giovanna, que vive en una zona acomodada de Nápoles. Ella nos cuenta su historia desde los doce años hasta que cumple diecisiete. Nos cuenta esa transición de la forma más honesta posible, cómo se ve envuelta en ese remolino de emociones que la acompañan, unido al descubrimiento de secretos familiares que harán que ella se convierta también en una adulta. Es una maestra Elena Ferrante a la hora de describir  y analizar ese momento  tan  difícil que es la adolescencia, la inseguridad, los miedos, la falta de referentes, la incapacidad  de comprender el mundo de los adultos, aunque en parte ya se sientan como tales, el impulso de tomar decisiones que les atañen, la imposibilidad de cumplir con las expectativas, la necesidad de sentirse queridos y entendidos, el rechazo a ser retratados como niños... Todo eso lo entiende y lo muestra muy bien, lo hace ahora con Giovanna y lo hizo antes con Las amigas. Ese paso de la infancia a la juventud es seguramente el tema del libro, ese momento inevitable en la vida de una mujer que la marcará para siempre. ¿Sale Giovanna indemne del paso?

Tendréis que leer el libro para saberlo.

jueves, 11 de febrero de 2021

Incógnito: Las vidas secretas del cerebro, de David Eagleman


 

" Si existe algo parecido al alma, como mínimo está irreversiblemente enredada en los detalles microscópicos"

            David Eagleman es un reconocido neurocientífico americano  que, más en  la estela de Oliver Sacks  que del afamado Benjamín Labatut (Un verdor terrible ccyberdark.net ), ha convertido la ciencia en algo asequible para los que no somos entendidos en la materia. Fruto de esta habilidad para comunicar contenidos complejos de una manera amena e interesante nació este libro, que fue publicado por Anagrama allá por 2013 (en 2017 publicaría El cerebro, un éxito aún mayor).

            No sabría decir por qué no leí este libro en su momento, supongo que por el motivo de siempre, tantos libros acumulados y tanto por leer, aunque esta vez creo que influyó también el temor a no poder entenderlo en su complejidad, la Neurociencia es un campo atrayente sí, pero realmente complejo.

            El libro está dividido en siete capítulos donde explica, muestra, ejemplifica y desarrolla conceptos muy interesantes como la conciencia, el libre albedrío, la responsabilidad individual, la percepción de la realidad, el cerebro dividido que toma decisiones... No se cansa de hacer similitudes o comparaciones (somos como peces en el agua, como no conocemos otra cosa, es muy difícil que podamos explicarla), hallar ejemplos que defiendan aquello que dice, citar fuentes y especialistas... La conclusión es aplastante cuando defiende que nuestra realidad depende de nuestra biología: nuestra vida interna y nuestras acciones externas están guiadas por cócteles biológicos que no conocemos directamente.

            No defiende sin embargo el reduccionismo, sino todo lo contrario, defiende que la complejidad de las interacciones de los genes con el entorno dan lugar a individuos únicos, completamente originales, con diferentes experiencias vitales, alegrías y tristezas, conversaciones o experiencias educativas. Una mezcla muy compleja y que seguirá siéndolo probablemente durante mucho tiempo. Aunque la mente depende de la integridad de las neuronas, éstas no piensan por sí solas, advierte, el cerebro mantiene una constante comunicación de ida y vuelta con los sistemas endocrino e inmunológico. Este sistema nervioso superior es a su vez inseparable de los entornos químicos que influyen en su desarrollo., incluyendo la alimentación, los contaminantes en la atmósfera...etc.

            ¿Cómo definiríamos entonces el yo? La mejor manera de entenderlo es verlo como la cúspide de una montaña, pero no es toda la montaña, y añade: aunque se investiga mucho, tardaremos todavía en entender la relación entre la materia física y la experiencia subjetiva.

            Es un libro científico pero a la vez muy narrativo en el que cuenta relatos de experimentos llevados a cabo y de sucesos y personajes extremadamente llamativos, como también hacía Oliver Sacks, esto lo convierte en un libro magnífico, que recomiendo encarecidamente.

sábado, 6 de febrero de 2021

A corazón abierto, de Elvira Lindo


 

"¿Pero no son

 Todos los Hechos

Sueños

Tan pronto como los

Hemos Superado?"




Con este poema de Emily Dickinson iniciamos la lectura y con este título entramos de lleno en la doble vertiente de este libro:  la profunda confesión personal que la autora va a llevar a cabo y el anticipo del momento más relevante de su vida, cuando su madre, que padecía una enfermedad del corazón, muere ocasionando difíciles momentos para una familia ya de por sí difícil.

            En A corazón abierto Elvira Lindo hace un relato autobiográfico de la familia en que nació, en particular de sus padres y de la intensa pasión que les unió. Sabemos de sus abuelos y del lugar de donde procedían porque explican muchas cosas a cerca de sus padres, que son los auténticos protagonistas. En particular el padre cuya vida deshila con una mirada audaz e incisiva pero siempre teñida del amor que le profesó. Literaturiza su vida (la historia familiar no deja de ser un relato porque escoge lo que va a contar, toma hechos y descarta otros de los que no da cuenta alguna aunque sí fueran importantes: por ejemplo, su abuela se niega a pagar la operación de su madre, ¿qué tipo de consecuencias trajo consigo esa decisión? No lo sabemos) y teje con palabras un relato hábil, sincero, nacido de un esfuerzo obvio por contar desde la objetividad del recuerdo, a veces dulcificado, muchas veces fascinante, ella misma seducida por el hombre duro, cruel, vanidoso y arrogante que fue pero también por el hombre imaginativo, sociable, honrado, luchador y frágil, afligido con la debilidad de los gigantes y siempre perseguido por el temor infantil a la soledad:  el hombre que se agarra a su familia para no caer en la depresión, aunque esto siembre dolor a su alrededor.

            La literatura, es decir las palabras que envuelven la historia del padre desde que a los 9 años es enviado a Madrid a ganarse la vida con una tía que no le da ningún afecto, es también protagonista de la historia familiar. Los días de hambre y soledad, la sensación de desamparo y abandono  que lo marcarían para siempre  son relatados con pulso frenético, audaz, valientemente, dejando un reguero de imágenes en la mente del lector que no puede hacer otra cosa que seguir, queriendo saber más y más. Elvira Lindo conoce bien su oficio y es por eso que al final del libro, después de la muerte del padre, se extiende contando la infancia dolorosa del chico en Madrid. Tanta soledad, tanto dolor sufrido y percibido en aquel Madrid recién salido de la guerra no pudo sino hacer de aquel chico un hombre antes de tiempo. Gracias a su inteligencia para los números pudo formarse, salir adelante y formar una familia de clase media española típica de los años 70, con coche, con casa y con vacaciones. Es transparente el amor de la autora por su familia, especialmente por ese padre complejo, difícil, imperfecto... el padre humano, divertido, protector, cruel y duro en ocasiones, es decir, humano hasta la extenuación.

            El padre comparte el protagonismo de la historia (aunque en menor medida) con la madre. Los recuerdos de ella son en gran medida abarcables, limpios, esclarecidos, como vistos a través de una pompa de jabón. Su muerte, cuando la autora es todavía una adolescente, marcaría su entrada en la edad adulta y se convertiría en la chispa que detonó la unidad familiar. Cada hermano buscaría la salvación por su cuenta y a ella le tocaría, por ser la más pequeña, quedarse en la casa familiar, sola, porque su padre volvería a casarse en un año y se iría a vivir lejos de ella. Hay momentos para confrontar a la madre por no haberla dejado crecer, por su sumisión al marido, por ese amor extremo que le profesaba, al igual que hacía él, un amor excluyente, que volvería celosa a nuestra autora y explicaría esa infancia y adolescencia que vivió sumida en la angustia y en una agudísima responsabilidad. Hay también mucho análisis personal en este libro. Elvira Lindo se retrata a sí misma y se explica a través de las relaciones con su familia, recuerda muchas de sus manías y obsesiones pasadas y presentes y recurre a una amiga psicóloga y a una psiquiatra para explicarlas en relación con su experiencia familiar.

            En las 382 páginas del libro publicado por Seix Barral en 2020 hay de todo, recuerdos, memorias, confesión personal, indagaciones, inferencias lógicas, intuiciones acreditadas por la realidad de lo acontecido... que pueden resultar más o menos inconcebibles para alguno de sus lectores, pero eso es lo de menos porque no merman un ápice la brillante ejecución de un libro que te arrastra a leer hasta que lo terminas. 

martes, 26 de enero de 2021

Unas vacaciones en Invierno, (Midwinter Break) de Bernard MacLaverty


 "Allí descansaban, víctimas de una religión sin nombre"

            Los protagonistas de la novela son un matrimonio  mayor que vive en Escocia y que, como indica el título, se toman unas pequeñas vacaciones en mitad del  invierno para ir a Ámsterdam. Ambos están jubilados, tienen un hijo y un nieto pero viven en Canadá, así que están en ese momento de la vida en que ya no son necesarios para nadie y han de tomar, al menos por parte de la esposa, una decisión que guíe su vida. La religiosa Stella la busca en su fe católica y necesita separarse de su marido para formar parte de las Beguinas, una antigua organización femenina que todavía hoy existe en esta ciudad europea, pero que ha perdido su carácter religioso para ser nada más una organización social donde las mujeres de una determinada edad pueden compartir sus vidas en hermandad. Desgraciadamente para Stella, es demasiado mayor para entrar y aunque no lo fuera, la lista de espera es eterna para ella dada su edad.

            Por su parte, Gerry, lejos de tomar decisión alguna, ahoga en alcohol el devenir de sus últimos días.  La estancia en Ámsterdam les sirve a ambos para recordar el pasado, su vida en Irlanda durante The Troubles, de la que salieron no muy bien parados, dadas la circunstancias en las que se hayan ahora mismo: una mujer endeudada con Dios por una promesa, y un hombre incapaz de entender ni tomar en serio la fe de su mujer, lo que le aleja de ella de forma trágica.

            Durante su estancia en la capital holandesa visitan la casa De Ana Frank y el Rijskmuseum, que son dos capítulos clave en la historia para entender a Stella y a Gerry respectivamente, y juntos convierten su estancia en el hotel en una casa temporal, en la que aventar sus demonios íntimos. El autor, tiernamente, no repara en contarnos los aspectos más íntimos de la vida en pareja ni la fragilidad de la edad sobrevenida, al tiempo que repasa temas relativos a su vida pública y privada como son el amor, la fe, la política, la enfermedad, la soledad... Es  tierno y está tratado con gran sentido del humor; la pareja no es nada si no es entrañable y cercana al lector.  El recuento de los pormenores y otras minucias de su vida privada convierten a Gerry y Stella en la pareja mayor que podría vivir en el piso de arriba de nuestro bloque de apartamentos. Un ejemplo de ello es  "La hora de los Dolores" esa única hora al día en que se permiten hablar de sus respectivas dolencias y quejarse para recibir apoyo del otro componente de la pareja.

            MacLaverty, como su pareja protagonista, dejó su Belfast natal y se asentó en Escocia, donde desarrolla su carrera literaria. Es autor de varios libros de relatos y novelas, algunas de ellas llevadas al cine: es el caso de Lamb (protagonizada por Helen Mirrell y con música de Mark Knopfler o de Cal (con Liam Neeson como protagonista y con la banda sonora compuesta por Van Morrisson).  Unas vacaciones en Invierno, publicada por Libros del Asteroide en 2019, fue escogida como libro del año por The Guardian, the Sunday Times o the Irish Times y fue ganadora también del premio Bord Gáis, único premio apoyado por librerías irlandesas.