domingo, 5 de mayo de 2024

El retrato de casada, de Maggie O´Farrell

 "En años venideros, Eleonora llegaría a lamentar amargamente la forma en que su quinto hijo fue concebido"

Maggie O´Farrell, la afamada autora de Hamnet (Women´s Prize for Fiction 2020), libro que ya he reseñado en este blog, junto con la estupenda La extraña desaparición de Esme Lennox, vuelve a obtener un gran éxito con esta novela, nominada también al mismo premio que consiguió con Hamnet.

La historia comienza con su protagonista, la duquesa Lucrezia, hija de Cosme I de Médicis, en el salón de la fortaleza de su marido, Alfonso d´Este, duque de Ferrara, mientras reflexiona, convencida de que éste la quiere matar. Empezar de esta manera, in media res, es todo un alarde que muestra la confianza de la escritora en su destreza. Desafiar así las leyes de la narrativa tradicional conlleva el peligro de que el resto de la estructura se resienta y se hunda en cualquier momento. Sin embargo eso jamás ocurre. Al contrario, la narración fluye lenta y sinuosamente manteniendo el suspense hasta llegar al desenlace.

Se cuenta en la novela la vida de Lucrezia en Florencia desde que nace hasta su boda con el duque de Ferrara a los trece años por razones de índole política, debido a la muerte de su hermana mayor, María, con la cual estaba previsto el enlace inicialmente.

Las cortes florentina y ferrarense, los usos y costumbres de la nobleza, los hermosos palacios y jardines son retratados atractiva y meticulosamente. La descripción acompaña generosamente al desarrollo de los acontecimientos y, usada con maestría, ralentiza la acción cuando es necesario para incrementar el suspense. Las metáforas atrevidas, las sinestesias, los símbolos, la subjetividad del punto de vista... ahondan en el desarrollo de la personalidad de Lucrezia, una mujer noble dotada para la pintura, lo que la hace extremadamente sensible al color, a la luz y a la belleza o fealdad que la rodea.

En la ficción histórica no hay por qué seguir el modelo fielmente, y Maggie O´Farrell no lo hace tampoco. La auténtica Lucrezia debió morir de tuberculosis pero la autora prefiere seguir al poeta Robert Browning cuando en su poema My last Duchess habla de la posibilidad de un asesinato.

Por supuesto, no voy a desvelar el final, el desenlace es para aquellos lectores que deseen bucear en la Italia renacentista y en la vida de Lucrezia con un libro que es un auténtico page-turner.