sábado, 8 de marzo de 2025

El mejor libro del mundo, de Manuel Vilas.

"Que tu oficina sea el fuego significa que vives en una alienación"

El mejor libro del mundo (Destino, 2024) es el segundo libro de Manuel Vilas que leo después del magnífico Ordesa y es también un libro que me ha gustado mucho. Si eres seguidor del autor te va a encantar y si no lo eres, te lo recomiendo porque es una manera entretenida de pasar el tiempo disfrutando de su prosa y de un montón de historias acerca del mundo literario, musical, cinematográfico... del arte en general,  que te van a sorprender y deleitar. La visión subjetiva e inteligente de Vilas  adorna la experiencia de humor, amor, ironía, sarcasmo, naivete, fobias, amarguras, desengaños, paranoias, obsesiones... Autoficción? Sin duda, y de la mejor calidad.

Desde el primer momento Manuel Vilas deja claro que desea escribir el mejor libro del mundo, lo repite más de veinte veces, solo para llegar finalmente a la conclusión de que el mejor libro del mundo no existe. Dice por qué pero yo no lo voy a desvelar aquí. El caso es que la frase es un motto que riega casi todos los capítulos, sea lo que sea a lo que estén dedicados: Kafka, Manrique, Dylan, Bolaño, Gil de Biedma, Buñuel, Javier Marías, Kierkegaard, la dermatitis o Amy Whinehouse. Como veis la literatura se convierte en la reina que acapara la atención del escritor, pero no es menos importante su atención a  la música o al cine y en menor grado  a la religión o la política. Pasa de uno a otro tema sin redención, nunca sabes qué viene después y eso también lo convierte en interesante.

La necesidad de escribir el mejor libro del mundo es acuciante para el escritor, básicamente porque ya ha cumplido sesenta años y su tiempo se acaba. Es esta aguda percepción del paso del tiempo, del fin de todo lo que eres y te importa, lo que subyace bajo todo este entramado. A ello están dedicadas muchas reflexiones y comentarios. No le importa mostrarse vulnerable, preso de la ansiedad o la melancolía, confesar sin vergüenza debilidades, complejos o fracasos sabiendo que no es a él, Vilas, a quien se lee sino a otra señora mucho mayor, la Literatura. Porque este es un libro sobre literatura y porque literatura es él, por tanto autoficción pura.