"La chicas curiosas consiguen lo que se
merecen."

Sin embargo, como ocurre en Eileen, lo
más interesante de sus historias son sus protagonistas. A lo largo del libro
nos encontramos que la mayoría de ellos son personajes maltratados por la vida,
al margen (o casi al margen) de la sociedad, fluyendo en el adverso entorno que
les ha tocado vivir, arrastrados por los acontecimientos,,,, La autora los
retrata con un realismo sucio, con la mirada oblicua y el humor negro a los que
ya nos tiene acostumbrados, pero no por eso resulta más ineficaz. Volvemos a
sorprendernos con su habilidad para el retrato psicológico en tan sólo unos
breves apuntes rematados por algún acontecimiento revelador. Y en este sentido,
hay que rendirse ante su imaginación.
La protagonista de Los
raros soporta a un novio paranoico
del que se ve incapaz de escapar. Esta falta de voluntad, de brújula vital, se
observa también en el protagonista de Malibú
o en la profesora de Slumming, que pasa sus veranos drogada en un pueblo desolado, en una casa
destartalada, en medio de un vecindario marginal. En Mejorándome a mí misma, la protagonista, una mujer alcohólica que
se gana la vida dando clase a niños ucranianos en un colegio religioso,
intenta, en un acto de rebelión, luchar
contra la desidia y el abandono de sí misma, sólo para sucumbir páginas después
al menor contratiempo. Si Moshfegh guarda algún cariño por sus personajes,
solamente la protagonista de La
sustituta parece haberse beneficiado de ello. La historia que cierra el
libro, Un lugar mejor, es un electrizante cuento de terror
protagonizado por dos gemelos que se han creado su propio mundo, con sus
propias respuestas... digamos que uno de ellos se llama Waldemar.
Una vez más vuelvo a recomendaros a
esta increíble escritora, esta vez lo será para que conozcáis su gran habilidad
para construir no sólo personajes impactantes sino también para dominar el
difícil arte de la historia corta.
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