miércoles, 15 de octubre de 2025

Nuestros días serán infinitos, de Claire Fuller


 

"Esta mañana he encontrado una foto en blanco y negro de mi padre al fondo del cajón de la cómoda. No tiene pinta de mentiroso"

Definitivamente, hacía tiempo que no me gustaba un libro tanto como este. No es sólo el argumento (no leáis la contraportada, cuenta demasiado) es la atmósfera irreal que crea la escritora, es la plasmación acertada de los recovecos de la mente infantil, es la psicología resentida y peligrosa de los adultos, es un final incandescente... es, en fin, una novela de esas que no quieres que se termine nunca.

James, el padre de Peggy, es un hombre obsesionado con la supervivencia, que ha convertido el sótano de su casa en un refugio nuclear. Un día secuestra a su hija y la lleva a una cabaña en medio de las montañas donde vivirá con ella convencida de que el mundo entero ha sido destruido. Fuller cuenta cómo sobreviven en el bosque, cómo alimentan su cuerpo y su espíritu durante nueve años y un montón de cosas más que no os voy a relatar: no quiero sustraeros al ansia por leer, por saber qué va a ocurrir a continuación... Os pediría, eso sí, que no leyerais nada de antemano. El libro fue ganador del Desmond Elliott Prize al mejor debut literario en 2015 y ahora lo publica Impedimenta, que ya ha publicado dos más (por cierto, para cuándo Suimming Lessons???).

La novela se articula mediante saltos que van del pasado (1976) al presente (1985), un eje que permite al lector estar al tanto de lo que realmente ocurrió así como de las mentiras y figuraciones de los adultos. Ayuda también a entender a Peggy, que ha sufrido el síndrome de Korsakoff, producido por la falta de vitamina B. La gente que lo sufre crea ilusiones que acaba creyendo, lo que convierte a la niña en un referente poco fiable.

Esta primera e impactante novela convirtió a Claire Fuller en una creadora de atmósferas cerradas y vibrantes, con un toque de suave thriller psicológico que sin embargo llega a  horrorizar una vez cerrado el libro. Es hermoso con cuánta sutilidad muestra la fragilidad de la infancia, con cuánta facilidad se puede engañar a un niño y con qué facilidad olvidan.

El libro lo ha publicado Impedimenta con sumo cuidado, como todo lo que hace: una atractiva portada y un aún más llamativo título, que, por cierto es el de un disco de Iron&Wine, cuyo cantante, Sam Beam, aparece en los Agradecimientos.

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