"Estaba convencido de que yo había regresado para ese tipo de traición y no para traiciones mucho más crueles."
Aquí estamos, nos hayamos de nuevo
en el mundo de Elena Ferrante. Otra vez en el Nápoles del cuarteto de Las
amigas (Lenú y Lila) el Nápoles de abajo y el de arriba, el
de las clases sociales bajas y el de las medias y altas, ambos enfrentados otra
vez a través de sus personajes: los que han conseguido salir de allí gracias a
los estudios y han alcanzado el confort y la salvación de la clase media, y los
que permanecen sumidos en aquella pobreza sin futuro, esperando el momento de
poder salir de allí (por no tener, -le explica su padre a Giovanna- mi familia
no tenía ni lágrimas para llorar")
Hay paralelismos entre los
personajes del cuarteto y los de La vida mentirosa de los adultos. La
personalidad fuerte y desgarrada de Vittoria, que quiere retener al que quiere
escapar del lugar donde nació, recuerda a la Lila de la última etapa de su vida; dos mujeres marcadas por la
tragedia pero víctimas también de esas personalidades inteligentes y furiosas,
terriblemente lúcidas, que les obliga a ver la realidad sin ningún filtro
aunque se permitan de vez en cuando engañarse a sí mismas para seguir viviendo. Tenemos
también aquí al inteligente y carismático chaval de barrio, Roberto, que
deviene profesor universitario logrando así el reconocimiento de hombres y
mujeres, sobre todo de mujeres que caen rendidas bajo su atracción personal. Encontramos
también a la chica insegura, incapaz de sentirse a la altura de su idolatrado
novio, luchando angustiada por conseguir su aceptación...
Y dicho esto vayamos con las
novedades. Estamos ante un relato digno
de la imaginación de la autora, un relato de acontecimientos que te zarandea,
te lleva de un lado a otro, en ese Nápoles querido y odiado al mismo tiempo,
una sucesión continua de hechos emociones y reflexiones que no te dan respiro.
Es imposible dejar de leer, no hay momento donde dejar la lectura. Leerías el
libro de un tirón, queriendo saber, queriendo entender a estos personajes que
viven sus vidas en continua transgresión.
Qué buena es describiendo los cambios físicos de la adolescencia, la traición a
las amigas por el otro sexo, la vuelta a su círculo protector cuando las cosas
no salen tan bien como pensaban. Con qué acierto describe sus sentimientos, el
no entenderse a una misma antes aún que a los demás, sentimientos que rodea de
sofisticadas elucubraciones que utiliza y rechaza una y otra vez, la aflicción
de no poder verse a sí misma sino a través de los ojos de los demás: ¿Quién
soy? se pregunta en repetidas ocasiones.
Os cuento la historia por encima, no
quiero dilapidar esta experiencia fascinante. La protagonista es Giovanna, que
vive en una zona acomodada de Nápoles. Ella nos cuenta su historia desde los
doce años hasta que cumple diecisiete. Nos cuenta esa transición de la forma
más honesta posible, cómo se ve envuelta en ese remolino de emociones que la
acompañan, unido al descubrimiento de secretos familiares que harán que ella se
convierta también en una adulta. Es una maestra Elena Ferrante a la hora de
describir y analizar ese momento tan
difícil que es la adolescencia, la inseguridad, los miedos, la falta de referentes,
la incapacidad de comprender el mundo de
los adultos, aunque en parte ya se sientan como tales, el impulso de tomar decisiones
que les atañen, la imposibilidad de cumplir con las expectativas, la necesidad
de sentirse queridos y entendidos, el rechazo a ser retratados como niños... Todo
eso lo entiende y lo muestra muy bien, lo hace ahora con Giovanna y lo hizo antes
con Las amigas. Ese paso de la
infancia a la juventud es seguramente el tema del libro, ese momento inevitable
en la vida de una mujer que la marcará para siempre. ¿Sale Giovanna indemne del
paso?
Tendréis que leer
el libro para saberlo.
Fantástico comentario!!!!!
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