lunes, 1 de marzo de 2021

La vida mentirosa de los adultos, de Elena Ferrante


 "Estaba convencido de que yo había regresado para ese tipo de traición y no para traiciones mucho más crueles."

            Aquí estamos, nos hayamos de nuevo en el mundo de Elena Ferrante. Otra vez en el Nápoles del cuarteto de Las amigas (Lenú y Lila) el Nápoles de abajo y el de arriba, el de las clases sociales bajas y el de las medias y altas, ambos enfrentados otra vez a través de sus personajes: los que han conseguido salir de allí gracias a los estudios y han alcanzado el confort y la salvación de la clase media, y los que permanecen sumidos en aquella pobreza sin futuro, esperando el momento de poder salir de allí (por no tener, -le explica su padre a Giovanna- mi familia no tenía ni lágrimas para llorar")

            Hay paralelismos entre los personajes del cuarteto y los de La vida mentirosa de los adultos. La personalidad fuerte y desgarrada de Vittoria, que quiere retener al que quiere escapar del lugar donde nació, recuerda a la Lila de la última etapa  de su vida; dos mujeres marcadas por la tragedia pero víctimas también de esas personalidades inteligentes y furiosas, terriblemente lúcidas, que les obliga a ver la realidad sin ningún filtro aunque se permitan de vez en cuando engañarse  a sí mismas para seguir viviendo. Tenemos también aquí al inteligente y carismático chaval de barrio, Roberto, que deviene profesor universitario logrando así el reconocimiento de hombres y mujeres, sobre todo de mujeres que caen rendidas bajo su atracción personal. Encontramos también a la chica insegura, incapaz de sentirse a la altura de su idolatrado novio, luchando angustiada por conseguir su aceptación...

            Y dicho esto vayamos con las novedades. Estamos ante  un relato digno de la imaginación de la autora, un relato de acontecimientos que te zarandea, te lleva de un lado a otro, en ese Nápoles querido y odiado al mismo tiempo, una sucesión continua de hechos emociones y reflexiones que no te dan respiro. Es imposible dejar de leer, no hay momento donde dejar la lectura. Leerías el libro de un tirón, queriendo saber, queriendo entender a estos personajes que viven sus vidas en  continua transgresión. Qué buena es describiendo los cambios físicos de la adolescencia, la traición a las amigas por el otro sexo, la vuelta a su círculo protector cuando las cosas no salen tan bien como pensaban. Con qué acierto describe sus sentimientos, el no entenderse a una misma antes aún que a los demás, sentimientos que rodea de sofisticadas elucubraciones que utiliza y rechaza una y otra vez, la aflicción de no poder verse a sí misma sino a través de los ojos de los demás: ¿Quién soy? se pregunta en repetidas ocasiones.

            Os cuento la historia por encima, no quiero dilapidar esta experiencia fascinante. La protagonista es Giovanna, que vive en una zona acomodada de Nápoles. Ella nos cuenta su historia desde los doce años hasta que cumple diecisiete. Nos cuenta esa transición de la forma más honesta posible, cómo se ve envuelta en ese remolino de emociones que la acompañan, unido al descubrimiento de secretos familiares que harán que ella se convierta también en una adulta. Es una maestra Elena Ferrante a la hora de describir  y analizar ese momento  tan  difícil que es la adolescencia, la inseguridad, los miedos, la falta de referentes, la incapacidad  de comprender el mundo de los adultos, aunque en parte ya se sientan como tales, el impulso de tomar decisiones que les atañen, la imposibilidad de cumplir con las expectativas, la necesidad de sentirse queridos y entendidos, el rechazo a ser retratados como niños... Todo eso lo entiende y lo muestra muy bien, lo hace ahora con Giovanna y lo hizo antes con Las amigas. Ese paso de la infancia a la juventud es seguramente el tema del libro, ese momento inevitable en la vida de una mujer que la marcará para siempre. ¿Sale Giovanna indemne del paso?

Tendréis que leer el libro para saberlo.

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