"He is dead and gone, lady,
He is dead and gone
At his head a grass-green turf,
At his heels a stone."
Hamlet, Act IV, scene v
Muchísimos
lectores saben ya que Hamnet es la narración ficcionalizada de un acontecimiento
luctuoso en la vida de William Shakespeare, la muerte temprana de su hijo por
alguna razón que hoy desconocemos. Hamnet es el nombre de ese hijo muerto antes
de tiempo, un nombre que el bardo no permitió olvidar cuando escribió cuatro
años más tarde su tragedia más conocida y renombró a su protagonista Hamlet.
Sin embargo, él no es el protagonista de la novela, ni siquiera lo es el propio
Shakespeare, sino su mujer, a la que aquí se llama Agnes.
Agnes es como digo la auténtica
protagonista de la novela. Maggie O´Farrell la dibuja en su mente como un ser
atípico, dotada de una relación especial con la naturaleza que la convierte en
sanadora por sus conocimientos de los remedios herbales y aún más, en alguien
capaz de ver el interior de los seres humanos y de entrever su futuro. Esta
mujer tan especial es la que elige el escritor cuando la ve salir del bosque
vestida de una manera casi masculina y con un cernícalo amaestrado sobre la mano.
Un ser tan diferente hace presagiar una historia diferente, escrita en una
prosa que recuerda en ocasiones a la del siglo
XVII pero envuelta en un halo my cercano al de la ensoñación. Con él la
autora consigue que el límite entre lo imaginado y lo real se vea borroso, que desaparezca
por momentos. También influye el hecho de que no se mencione en ningún momento
al gran escritor sino con términos ambiguos como padre, esposo o tutor de
latín. Apenas se menciona Stratford, el lugar donde nació y vivió hasta que se
fue a Londres, en su lugar se mencionan calles y lugares con los que nos
familiarizamos rápidamente, tan detallados
en su descripción como lo pueda ser un personaje. La escritora se esfuerza y consigue
emocionarnos con el relato de emociones y sentimientos muy profundos, aquellos
que hacen que los seres humanos compartan una misma esencia, emociones que el
gran escritor inglés supo condensar en su literatura: el amor, la fidelidad, la
intriga, el desaliento, la traición, la culpa, la felicidad y el dolor.... La muerte y el proceso posterior que lleva al
enterramiento del adolescente llega a emocionar realmente. Está contado
centrándose en el dolor de la madre; su sufrimiento por la pérdida del hijo
querido no nos deja indiferentes, sino que lloramos con ella, empatizamos con
su dolor. Esto es lo que hacen los grandes escritores, que vivamos a sus
personajes, y en esta novela pasamos de unos a otros siguiendo el relato,
sintiéndonos cercanos, como habitantes pasajeros
del propio Stratford que conocieran a la familia de una forma cercana, como uno
más de sus allegados.
Es un libro de gran altura,
justamente alabado por la crítica y los lectores, un libro que os recomiendo
fervientemente. Si ya conocíais a Maggie
O´Farrell (Instrucciones para una ola de
calor fue muy leído, casi tanto como La
extraña desaparición de Esme Lennox), seguid leyendo, si no, animaos con
este. Es una excelente forma de empezar.
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