sábado, 18 de septiembre de 2021

HAMNET, de Maggie O´Farrell


 "He is dead and gone, lady,

He is dead and gone

At his head a grass-green turf,

At his heels a stone."

           Hamlet, Act IV, scene v

           

Muchísimos lectores saben ya que Hamnet es la narración ficcionalizada de un acontecimiento luctuoso en la vida de William Shakespeare, la muerte temprana de su hijo por alguna razón que hoy desconocemos. Hamnet es el nombre de ese hijo muerto antes de tiempo, un nombre que el bardo no permitió olvidar cuando escribió cuatro años más tarde su tragedia más conocida y renombró a su protagonista Hamlet. Sin embargo, él no es el protagonista de la novela, ni siquiera lo es el propio Shakespeare, sino su mujer, a la que aquí se llama Agnes.

            Agnes es como digo la auténtica protagonista de la novela. Maggie O´Farrell la dibuja en su mente como un ser atípico, dotada de una relación especial con la naturaleza que la convierte en sanadora por sus conocimientos de los remedios herbales y aún más, en alguien capaz de ver el interior de los seres humanos y de entrever su futuro. Esta mujer tan especial es la que elige el escritor cuando la ve salir del bosque vestida de una manera casi masculina y con un cernícalo amaestrado sobre la mano. Un ser tan diferente hace presagiar una historia diferente, escrita en una prosa que recuerda en ocasiones a la del siglo  XVII pero envuelta en un halo my cercano al de la ensoñación. Con él la autora consigue que el límite entre lo imaginado y lo real se vea borroso, que desaparezca por momentos. También influye el hecho de que no se mencione en ningún momento al gran escritor sino con términos ambiguos como padre, esposo o tutor de latín. Apenas se menciona Stratford, el lugar donde nació y vivió hasta que se fue a Londres, en su lugar se mencionan calles y lugares con los que nos familiarizamos  rápidamente, tan detallados en su descripción como lo pueda ser un personaje. La escritora se esfuerza y consigue emocionarnos con el relato de emociones y sentimientos muy profundos, aquellos que hacen que los seres humanos compartan una misma esencia, emociones que el gran escritor inglés supo condensar en su literatura: el amor, la fidelidad, la intriga, el desaliento, la traición, la culpa, la felicidad y el dolor....  La muerte y el proceso posterior que lleva al enterramiento del adolescente llega a emocionar realmente. Está contado centrándose en el dolor de la madre; su sufrimiento por la pérdida del hijo querido no nos deja indiferentes, sino que lloramos con ella, empatizamos con su dolor. Esto es lo que hacen los grandes escritores, que vivamos a sus personajes, y en esta novela pasamos de unos a otros siguiendo el relato, sintiéndonos cercanos, como habitantes  pasajeros del propio Stratford que conocieran a la familia de una forma cercana, como uno más de sus allegados.

            Es un libro de gran altura, justamente alabado por la crítica y los lectores, un libro que os recomiendo fervientemente.  Si ya conocíais a Maggie O´Farrell (Instrucciones para una ola de calor fue muy leído, casi tanto como La extraña desaparición de Esme Lennox), seguid leyendo, si no, animaos con este. Es una excelente forma de empezar.

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