Habréis observado que el título en español es el subtítulo de
la edición inglesa, que, no sabemos por qué, ha preferido titularla de la misma manera que el penúltimo cuento... ¿acaso la
evocación de estas dos palabras les pareció más sugerente? El título de la
edición española, sin embargo, alude más al tipo de historias que vamos a leer.
No se trata de relatos que reflejen la vida real sino de cuentos al estilo
tradicional. Al final del libro, en los Agradecimientos, la autora reconoce que
"estos nueve cuentos deben mucho a las narraciones de todos los tiempos...
evocan el mundo del folklore popular, los cuentos de hadas y los cuentos de antaño"
El primero de
ellos, Alphinlandia, es una historia que se desarrolla bajo
tres títulos, que se corresponden con la perspectiva de tres de los personajes.
El primero pertenece a la protagonista, Constance, una anciana que ha creado un
mundo virtual de fantasía donde ha encerrado a algunos de los personajes de su
pasado que más la han afligido: su novio Gavin y Reynolds, su nueva esposa,
(que protagonizan el segundo título) y Marjorie, la amante de Gavin en aquellos
tiempos, que es la protagonista del tercer título. La historia que cuentan es
la de una juventud derrochada entre el amor, los celos, el egoísmo, la
marihuana y la poesía. Lo más relevante para mí de esta historia es el afecto
con que desgrana la personalidad de la
vieja escritora, vilipendiada en su juventud y ahora rica y famosa, el desdén
burlón con que retrata al oportunista Gavin y la pintoresca estampa de la no
tan aborrecible Marjorie.
Lusus
Naturae (capricho de la
naturaleza, freak) es un divertidísimo cuento de vampiros en la estela de
Lovecraft, del mismo modo que El Novio
liofilizado nace de las enseñanzas de Poe. Sam, un vividor al que su mujer
acaba de echar de casa, es un vendedor de antigüedades que consigue un lote en
una subasta que tiene que ir a recoger a
un guardamuebles a las a fueras de la ciudad. Su sorpresa es mayúscula cuando
abre la trapa y se encuentra con todo lo que correspondería a una boda clásica:
vestido blanco, champán, vajilla y... un novio. Una hermosa y extraña mujer
quiere comprarle el lote dándole una razón aún más extraña si cabe, una razón
que le lleva a lanzarse a una alarmante aventura sexual.
En Sueño con Zenia, la de los colmillos rojo
brillante M. Atwood retoma los personajes de La Novia ladrona y nos enteramos de algunas cosas más.
La mano muerta te ama es uno de mis
favoritos. ¿Quién no ha tenido una pesadilla con este miembro del cuerpo
humano? En esta ocasión M. Atwood retoma la clásica historia de la promesa
sellada con sangre para obligar a su protagonista a compensar a sus antiguos
compañeros de piso con una parte de las ganancias de una novela escrita dentro
del más puro género gótico que se convertiría con el paso del tiempo en un
éxito sin igual. Habla de los rencores de las viejas amistades, de la estupidez
de los críticos, de la mezquindad humana, de las películas de clase B, de las
ilusiones perdidas... disfrutaréis con ella, estoy segura. Más aún con Colchón de piedra donde la ya no tan
joven Verna se embarca en un crucero por el Ártico y se encuentra con un
antiguo novio del que decide vengarse. Un estromatolito le parece el arma
perfecta. Finalmente A la hoguera con
los carcamales es un cuento agridulce sobre la vejez, sobre esa época de la
vida en que toda trascendencia parece imposible, empujados por la lacra de un
cuerpo que ya no te obedece, sino que te arrastra según sus designios.
Muchos de los personajes del libro son o mayores o de edad avanzada
y también muchos de ellos hablan de las equivocaciones y desengaños del pasado.
Creo que es natural que la autora a sus casi ochenta años (los cumplirá el 18
de noviembre) reflexione sobre este tipo de cuestiones, y también creo que
estamos ante una escritora que no ha perdido un ápice de su capacidad como
narradora. Sirva como ejemplo este extraordinario libro recorrido por su
característico ingenio, su humor burlón y una ironía que no la abandona jamás ¡Disfrutadlo!
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