"La
ficción juega con la idea de lo que es posible hacer con nuestras decisiones morales"
Feel
Free (todavía no se ha traducido al español, pero en
breve se hará) es un conjunto de ensayos
y artículos aparecidos en periódicos y revistas (Harper´s New York Review of Books...)
que abarcan desde 2010 a 2018, fecha de su publicación en inglés (Hamish
Hamilton publishers). No es la primera vez que Zadie Smith escribe ensayo, pero
sí la ocasión en que lo hace con mayor longitud y variedad de temas. Muchos lectores
la conocen mejor por sus novelas, siendo quizás White Teeth y On beauty las más ampliamente
reconocidas, pero les aseguro que es una fantástica ensayista, con una enorme
perspicacia para describir lo que siente (no exenta de ironía), una gran
sensibilidad para transmitir lo que ve y una gran inteligencia para conectar
con el lector y hacerle partícipe de sus intereses.
El libro abarca una amplia gama de
temas que van desde la música (La casa
que Hova construyó, sobre la naturaleza del hip-hop) a la literatura
(Ballard, Marías, Kureshi, Karl Ove Knausgard, Roth, Ursula K. Leguin...
pueblan algunas páginas aunque es la experiencia literaria lo qué más le
obsesiona), desde el cine (Anomalisa,
un análisis muy personal de la película animada de Kaufman) al baile (Lecciones de baile para escritores ,
donde llega a analizar y comparar la forma de bailar de Prince y Michael
Jackson), desde la arquitectura de jardines (Amor en los jardines) a la fotografía (una muy concreta le sirve de
punto de partida para escribir un
precioso ensayo acerca de Billie Holiday) haciendo una larga parada en
la pintura, a la que dedica una sección entera (En la galería) donde muestra
sus preferencias, que van desde la pintura clásica a la más moderna (la pintora
Lynette Yiadom-Boakye), incluyendo la video instalación: "The Clock",
que el Guggenheim de Bilbao trajo a España en 2014, (bajo el título Matar a Orson Welles a medianoche cuenta cómo el autor, Christian Marclay, editando
miles de secuencias de tv o del cine consigue un montaje que se desarrolla en
tiempo real).
Por otro lado están los capítulos
dedicados a la experiencia personal de vivir: su indignación ante la
destrucción de la biblioteca de Willesden Green, el suburbio de Londres donde
creció, que es al mismo tiempo una defensa de las bibliotecas públicas como la
mejor forma de extender el conocimiento equitativamente, su actitud ante el
Brexit o las redes sociales, la crítica a la jerárquica sociedad inglesa en En el baño, su encuentro con los
humoristas americanos Keegan Michael Key y Jordan Peele, su experiencia con la
música de Joni Mitchell... En la mayoría de estos ensayos hay un par de
elementos que cruzan transversalmente el
tema en torno al cual giran, uno de ellos es su experiencia literaria, a la que
además dedica un capítulo entero (parte
IV, En la estantería de libros) y su experiencia personal de lo que ser
negro significa.
En cuanto a la primera, El yo que no es yo, es un capítulo
especialmente relevante para entender cuestiones personales como el proceso que
le llevó a escribir o la reluctancia inicial a escribir en primera persona.
Menciona a dos escritores que influyeron notablemente en ella a la hora de
sentirse libre para escribir: el Hanif Kureshi de El Buda de los suburbios (libertad para ser quien eres, en su caso
una joven escritora heredera de dos herencias culturales, la europea y la
jamaicana) y Philip Roth, el judío de Newark, que rompió todos los códigos
culturales.
El elemento de negritud se encuentra
ampliamente analizado en el ensayo Getting
in and Out, cuyo título hace
referencia a la película Get Out (Déjame
salir) de Jordan Peele, que obtuvo un Oscar al mejor guión en 2017 y que
Zadie Smith analiza como un compendio de los temores de la gente negra acerca
de la gente blanca en Estados Unidos. Se trata de un cambio de percepción, que
se hace reivindicativa para los primeros y despierta en los liberales blancos
un sentimiento de "Othered", es decir, de ser los otros ("¿de
verdad es así como nos ven?"). La
gente blanca en Get Out quiere entrar
en la experiencia de ser negro, "quiere llevarla como una piel y caminar
con ella" y añade: "la palabra moderna para eso es apropiación".
Algo que efectivamente se ve en el mundo del hip-hop y otras corrientes
alternativas donde cualquier joven que se precie llevará ropa
"gangsta" e imitará los movimientos de los raperos negros, aunque ni
ellos sean negros, ni tengan ninguna reivindicación racial.
Esta reflexión le lleva a analizar el caso de
Open Casket, el cuadro de Dana Schutz que muestra a Emmet Till, el chico negro
que fue linchado por flirtear con una mujer blanca. El cuadro fue expuesto en
la Whitney Biennal y su autora (blanca) recibió numerosas críticas de la
población negra por estar haciendo dinero con un tema que no le pertenecía.
Zadie Smith entonces se plantea si sólo los negros tienen derecho a hablar de
la experiencia negra, el grado de negritud que se requiere y si los birraciales
como ella y aún peor sus hijos están exentos. Acaba asumiendo que "cuando los argumentos de apropiación
se unen al esencialismo racial.... vamos directamente hacia el absurdo"
(p.220).
Estamos ante una colección de ensayos que van
a entretener e ilustrar a todo aquel que los lea, que van a enriquecer su vida
y que van a hacerle reflexionar sobre una serie de aspectos que tenía asumidos
de antemano. Estamos, en definitiva, ante una autora que ha escogido libremente
sus temas y te empuja a leerlos sin prejuicios, con total libertad, ¡Si es que
eso se puede conseguir!
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