lunes, 15 de diciembre de 2025

Biografía de X, de Catherine Lacey

"Yo había cedido todo el control de mi vida a este sentimiento de una tormenta aproximándose y a la alegre certidumbre de que demolería todo lo que conocía"

En esta misteriosa novela de Catherine Lacey la viuda de X, MC Lucca, decide emprender la biografía de su mujer fallecida como reacción a la que ha publicado un tal Mr Smith, que está llena de falsedades. A medida que investiga, las antiguas certidumbres se convierten en dudas pavorosas.

A partir de la muerte de X Lucca indaga en los orígenes de esa misteriosa mujer que fue su esposa. Para ello nos lleva a los Territorios del Sur, una parte escindida de Estados Unidos en 1945 después de que una mujer socialista ganara las elecciones, una parte que es mucho más conservadora ultrarreligiosa y retrograda de lo que uno cabria esperar en aquellos tiempos. Allí se entrevista con los que la conocieron, incluidos sus padres y su hijo quienes la dieron por muerta en un atentado que el grupo radical del que formaba parte llevó a cabo en una fábrica de explosivos.

La historia de X se va dando a conocer a través del testimonio de conocidos, amigos y amantes y para ello Lacey rompe con todos los moldes del género subsumiendo la realidad en la ficción. X colabora con Tom Waits o Connie Converse en Estados Unidos, con Bowie en Alemania o con Carla Bonzi en Italia sin que el principio de credibilidad se vea amenazado; mezcla el reportaje, el documental, la biografía, la historia o la ucronía en un todo que genera en el lector interés, sí,  pero también asombro e incertidumbre ante lo que está sucediendo.

X es una artista multitalento que desarrolla su arte en varios escenarios, el de las exposiciones, las instalaciones, la escritura o la música. En cada una de ellas adopta un nombre diferente y una personalidad diferente: Dorothy Eagle, Clyde Hill, Bee Converse, Martina Riggio... son personajes en diferentes partes de Estados Unidos, Italia, Alemania, cada uno de ellos olvidado del anterior. Su idea más transgresora acerca del arte es que éste "es una expresión de la sociedad de la que emerge, no del artista en sí mismo", lo cual parece contradecir su interés por ser reconocida, recibir atención, despertar controversia... vender, en suma. Todo antes que ser malinterpretada o ignorada.

Escoger X entre todos los nombres posibles obedece a la idea de acoger bajo un solo nombre múltiples identidades. Bajo este interés personal se halla la idea fundacional de que el año o lugar de nacimiento no importa, el pasado no importa y el presente es ficticio porque la realidad no importa. Esa es la razón por la que decide suspender el uso de sí misma, no se considera el actor dentro del cuerpo sino la audiencia de las escenas que su cuerpo lleva a cabo.

El libro abunda, sobre todo al final, en esta clase de reflexiones y divagaciones, las cuales cuando no alternan con un ritmo ligero y ameno como el que se da en la mayor parte de libro, devienen farragosas y  entorpecen la lectura. Y este es para mí el aspecto negativo del libro, y es que el final se hace largo cuando la escritora continúa balanceándose en este tipo de disquisiciones durante demasiado tiempo.

Dicho esto, recomiendo el libro por su originalidad y porque leyéndolo vamos a obtener esa clase de experiencia que conseguimos cuando nos hallamos ante una lectura que no es fácil; el desafío, la perturbación, la elucubración, la rendición, el esfuerzo, el asombro.., esas emociones que a todos nos gusta sentir cuando nos cuentan una historia.

 

lunes, 17 de noviembre de 2025

La luna de Gabriel, de William Boyd

"Se sirvió un vaso de Glenfeshan, un hielo y se dirigió a su pequeño jardín trasero. Encendió un cigarrillo, bebió el wisky, fumó."

El último libro de William Boyd, el escritor británico de origen africano, que he leído es un entretenidísimo relato de espionaje titulado    Gabriel´s Moon.

La historia comienza con la entrevista que el protagonista, Gabriel Dax, hace a Lumumba, primer ministro del Congo y artífice de su independencia. Gabriel graba en unas cintas lo que el mandatario le cuenta en esa entrevista, entre otras cosas que teme ser asesinado.

No desvelo nada si cuento que efectivamente Lumumba fue asesinado y que su muerte dio paso al gobierno del dictador más fiero, Mobutu. Pero esa historia no es el trasfondo de la novela, éste se halla en el panorama que creó en el mundo occidental la Guerra Fría entre Rusia y Estados Unidos en la década de los sesenta. Y es con este telón de fondo con el que William Boyd teje la urdimbre de su historia.

A su vuelta a Londres, Gabriel se ve contactado por miembros de la Inteligencia Británica que buscan esas cintas. Gabriel las ha escondido sabiendo que son su seguro de vida y  ahí es donde aparece el personaje femenino, Faith Green, afín a toda novela de espionaje que se precie; la mujer atractiva y misteriosa a la que se ve atraído nuestro protagonista con una fuerza irrefrenable. Los acontecimientos que se desencadenan a partir de entonces se entremezclan hábilmente con el trauma de la infancia de Gabriel, la psiquiatra que le trata y todos aquellos personajes que bullen en su vida real como escritor de éxito de libros de viajes.

Como ya he dicho, el  libro es muy entretenido y  se lee con facilidad e interés porque la narración se desarrolla con tanta eficacia que ya desde el principio te ves inmerso en una aventura de espionaje de la que no quieres salir. Para mi agrado, el final queda abierto. ¿Para cuándo la segunda novela sobre el perspicaz escritor de viajes reconvertido en espía? Y otra pregunta más, ¿a qué se debe este interés generalizado de los grandes escritores (estoy pensando en Banville y su Benjamin Black) por géneros menores como la novela negra o la de espías? ¿Alguna idea?

miércoles, 15 de octubre de 2025

Nuestros días serán infinitos, de Claire Fuller


 

"Esta mañana he encontrado una foto en blanco y negro de mi padre al fondo del cajón de la cómoda. No tiene pinta de mentiroso"

Definitivamente, hacía tiempo que no me gustaba un libro tanto como este. No es sólo el argumento (no leáis la contraportada, cuenta demasiado) es la atmósfera irreal que crea la escritora, es la plasmación acertada de los recovecos de la mente infantil, es la psicología resentida y peligrosa de los adultos, es un final incandescente... es, en fin, una novela de esas que no quieres que se termine nunca.

James, el padre de Peggy, es un hombre obsesionado con la supervivencia, que ha convertido el sótano de su casa en un refugio nuclear. Un día secuestra a su hija y la lleva a una cabaña en medio de las montañas donde vivirá con ella convencida de que el mundo entero ha sido destruido. Fuller cuenta cómo sobreviven en el bosque, cómo alimentan su cuerpo y su espíritu durante nueve años y un montón de cosas más que no os voy a relatar: no quiero sustraeros al ansia por leer, por saber qué va a ocurrir a continuación... Os pediría, eso sí, que no leyerais nada de antemano. El libro fue ganador del Desmond Elliott Prize al mejor debut literario en 2015 y ahora lo publica Impedimenta, que ya ha publicado dos más (por cierto, para cuándo Swimming Lessons???).

La novela se articula mediante saltos que van del pasado (1976) al presente (1985), un eje que permite al lector estar al tanto de lo que realmente ocurrió así como de las mentiras y figuraciones de los adultos. Ayuda también a entender a Peggy, que ha sufrido el síndrome de Korsakoff, producido por la falta de vitamina B. La gente que lo sufre crea ilusiones que acaba creyendo, lo que convierte a la niña en un referente poco fiable.

Esta primera e impactante novela convirtió a Claire Fuller en una creadora de atmósferas cerradas y vibrantes, con un toque de suave thriller psicológico que sin embargo llega a  horrorizar una vez cerrado el libro. Es hermoso con cuánta sutilidad muestra la fragilidad de la infancia, con cuánta facilidad se puede engañar a un niño y con qué facilidad olvidan.

El libro lo ha publicado Impedimenta con sumo cuidado, como todo lo que hace: una atractiva portada y un aún más llamativo título, que, por cierto es el de un disco de Iron&Wine, cuyo cantante, Sam Beam, aparece en los Agradecimientos.

jueves, 11 de septiembre de 2025

La extinción de Irena Rey, de Jennifer Croft


"Toda creación que sustituyera a lo que se daba en la naturaleza era arte."

Antes de nada un poco de información para aquellos que no conozcan a esta joven escritora. Jennifer Croft es novelista, crítica y una apasionada traductora, no en vano obtuvo el Premio Internacional Booker por la traducción al inglés de la novela Los errantes de Olga Tokarczuk en 2018. Como ella misma reconoce, en su obsesión por las comunidades de traductores está la escritora polaca, adorada por ellos en todos los idiomas.

En La extinción de Irena Rey el narrador es una traductora, una de los ocho traductores que se reúnen en la casa de Irena Rey, una aclamada novelista polaca, para traducir a sus respectivos idiomas su última novela, Eminencia gris. Al principio sus nombres son los de sus nacionalidades. Nuestra narradora (Emi) es español y su percepción de la traducción es la de ser lo más fiel posible al original ("Los libros los escriben los autores, no los lectores ni los críticos"). Ella ha escrito el texto que estamos leyendo pero éste nos llega a través de la traducción de inglés (Alexis) con quien no se lleva nada bien y que es partidaria de una traducción más libe, creadora si se da el caso ("Los libros son experiencias colaborativas, los traductores la hacen intercultural..."). Inglés corrige y comenta a español en varias ocasiones, lo que nos enfrenta a un narrador y a un traductor poco fiables.

La historia comienza con la desaparición de Irena Rey, que deja a sus traductores abandonados en su casa, en la linde del bosque de Biatowreza, un ente vivo que influye en ellos como si fuera un personaje más. Su influencia se deja ver en las metáforas usadas para describir a los traductores, primero como parásitos, luego como seres simbióticos con otro ser que tiene el auténtico don de la creación, etc.

La animadversión entre Emi y Alexis es crucial para reflejar estas dos maneras de entender la traducción. Las situaciones cómicas (a veces puro esperpento) que se derivan se entretejen con otras más elaboradas que tiene que ver con los entresijos de la teoría de la traducción. El momento álgido sucede cuando Alexis decide suplantar a Irena en una nota pública oponiéndose a la tala de árboles en el bosque, lo cual empuja a Emi a retarla a duelo. Y es que desde que Irena se ha ido los traductores se han deslizado por una corriente de violencia y devastación. El bosque parece tener poder obre ellos, porque apela a su dimensión animal y les impele a su destrucción y la de todo lo que los rodea.

Contar el final sería una faena, así que no voy a hacerlo. Recomiendo este libro a todos aquellos interesados en el tema de la traducción porque en realidad es esto en torno a lo que gira esta alocada historia.


 

miércoles, 27 de agosto de 2025

El fraude, de Zadie Smith

"Yo no diferencio entre vicios. Los vicios más pequeños se pueden convertir en delitos muy fácilmente, es sólo un asunto de graduación."

La propia autora reconoce en una entrevista en The New Yorker (3-7-2023) que escribió The Fraud con la intención de que Dickens (sus huérfanos, sus largas descripciones...) no se concretara en su novela, aunque en realidad su influencia sea más larga de lo que a un escritor le gustaría reconocer. Otra cosa que me llamó la atención es su declarada convicción de que, viviendo en Inglaterra, un escritor siempre acabaría escribiendo una novela histórica, ya que los ingleses parecen estar mesmerizados por el pasado. Ambos aspectos atañen a este libro directamente.

Alrededor de 2022 la autora se encontró con una historia del S XIX sobre un juicio, de los más largos de la historia judiciaria británica, en la que Arthur Orton, un carnicero de Wapping, reclamó ser sir Roger Tichborne, el perdido heredero de la familia Doughty-Tichborne. Era 1873 y la reclamación se hizo muy famosa básicamente porque el principal testigo era un ex-esclavo jamaicano llamado Andrew Bogle, que había trabajado para los Tichborne e insistía en reconocer al carnicero como el auténtico heredero. El público apoyó al testigo y ambos se convirtieron en héroes nacionales.

Esta historia le pareció magnífica a la escritora y doce años después se sentó a escribirla. En un principio la sola idea le asustó por la cantidad de investigación y esfuerzo que requería, sin embargo pronto dio con el escritor William H. Ainsworth, que aparece junto con otros literatos de la época victoriana como Tackeray o el propio Dickens, un personaje curioso pero ella se interesó más por su ama de llaves, Eliza Touchet, que es la auténtica protagonista en esta intensa relación habida entre Jamaica e Inglaterra durante el SXIX.

La novela es a veces divertida, siempre interesante y muy documentada. Los personajes principales, Ainsworth, Eliza Touchet y Andrew Bogle están perfectamente perfilados, sus conversaciones son sostenidas, vivaces... La narración recrea el pasado con más intensidad, desde mi punto de vista, cuando Bogle cuenta su vida en Jamaica, es entonces cuando la habilidad narrativa de Zadie Smith se muestra más poderosa. Su narración del juicio además no es menos habilidosa al traer sobre el papel otros temas como el feminismo, las clases sociales, el poder de la ficción o la complejidad de las relaciones humanas. Ella misma reconoce que esta historia le ha servido para examinar nociones de identidad y verdad que siempre han aparecido unidas a su manera de escribir.

Es asombroso cómo la lectura de esta novela se hace ágil y ligera a pesar de su longitud y la consistencia de los temas tratados; combina brillantemente investigación y ficción lo que sin duda atraerá a cualquier amante de la novela histórica.

lunes, 7 de julio de 2025

Los náufragos del Wager (The Wager), de David Grann

"El único testigo imparcial era el sol. Durante días vigilaba el extraño objeto que subía y bajaba en el océano sacudido  sin merced por el viento y las olas."

Este libro, aclamado por la crítica sin excepción y que ha sido un sonoro éxito en Estados Unidos y Francia, es el último de David Grann, el autor de  bestsellers internacionales como Killers of the Flower Moon , que llegó hasta el último rincón del planeta gracias a la versión cinematográfica de Scorsese.

The Wager no es un libro de ficción, cuenta un hecho real, la historia del naufragio del HMS Wager en la isla que lleva su nombre, cerca de la Patagonia argentina, y el posterior amotinamiento de la tripulación. El resultado fue que el grupo se dividió en dos facciones, la que volvió a Inglaterra después de llegar a Brasil y la que lo hizo accediendo al Pacífico y luego por tierra ayudados por los indígenas hasta Valparaíso. Los primeros en llegar, comandados por el artillero Bulkeley, contaron su propia versión de los hechos en un libro que se difundió muy bien, pero cuando dos años más tarde llegó el segundo grupo comandado por el capitán David Cheap, tuvieron que enfrentarse a un Consejo de Guerra. La razón fue que el Wager era parte del escuadrón del almirante Anson, cuya misión era hacerse con el botín de un galeón español, el Nª Sª de Covadonga.

Esta es la historia más o menos, pero lo realmente interesante es la habilidad con que está contada, manteniendo siempre la intriga, dotando de épica los grandes momentos y relatando con audacia las escenas más crueles de hambre, frío, muerte y destrucción.

Por otro lado, saber que los hechos sucedieron, que los personajes existieron (uno de ellos fue el abuelo del poeta romántico Lord Byron) dota al relato de verosimilitud y vitalidad. El Wager se lee con la pasión con la que se leen las mejores novelas de aventuras, no dudéis en escogerlo como lectura para este verano.

 

viernes, 20 de junio de 2025

Orbital, de Samantha Harvey

 "Para mí los libros son proyectos emocionales. No busco análisis, respuestas, nada cerebral. Sólo busco un sentimiento expansivo, diferente a cualquier otro, que quizás se asemeje al enamoramiento."

 Sanantha Harvey era una desconocida par mí antes de ganar el Booker Prize de 2024 y sin embargo leo en la solapa del libro que es autora de varios libros y finalista de algunos importantes premios literarios. Gracias al Booker, del que soy fiel seguidora desde hace años, he encontrado una escritora elegante de mirada audaz.

Apenas se puede decir de Orbital que sea una novela, entendida ésta según los estándares clásicos del género. Más bien estamos ante un ejercicio libre de imaginación, una oda a la belleza de la tierra que tiene como protagonistas a un grupo de astronautas que la observan con una mezcla de admiración, sobrecogimiento y amor. Estos sentimientos se expresan a través de una amplia gama de adjetivos, asociaciones poéticas, imágenes y metáforas, sinestesias, antítesis, oxímoron... y otra figuras literarias que impactan en la retina del lector haciéndole participar de la experiencia increíble que esos astronautas están viviendo.

Harvey reúne en la estación espacial a seis astronautas, Román y Antón de Rusia, Chie de Japón, Nell del Reino Unido, Pietro de Italia, y Shaun de los Estados Unidos. Cada uno de ellos tiene su pequeña historia, que conocemos gradualmente al tiempo que llevan a cabo sus experimentos. Estas cuestiones junto con la amenaza de un tifón que avanza inexorable sobre las Filipinas son los auténticos propulsores de la narración. Propulsores que son frágiles sí, porque la mayor parte del tiempo la ocupa la descripción y asociaciones sensoriales que procuran las increíbles imágenes que se cuelan a través de los cristales de la estación espacial.

Las dieciséis órbitas que los astronautas cuben cada día dan lugar a los dieciséis capítulos del libro. Samantha Harvey en un tempo lento, como el que viven sus astronautas,  va desgranando en cada una de ellas la belleza de lo que ven, sus preocupaciones ecológicas, sus esperanzas y temores al tiempo que revisa la alianza entre los hombres y la tierra. ¿Qué somos sin ella?, ¿Qué es ella para nosotros? viene a preguntarse. La respuesta parece hallarla al descubrirla como un ente maternal bajo cuyo cobijo la humanidad se encuentra protegida. Hay una defensa de la Tierra teñida de melancolía por lo que perdimos y perderemos, una mirada nostálgica hacia un mundo mejor.

La novela ha cosechado numerosas alabanzas aunque también cuenta con sus detractores. Os animo a leerla y a que expreséis vuestra propia opinión de forma libre y contundente.